¿Cuáles son los tipos de agua?

  • Agua potable.
    La única apta para el consumo de los seres humanos.
  • Agua salada.
    Se encuentra en los mares y océanos. Su concentración en sales y minerales disueltos es de aproximadamente unos 35%.
  • Agua dulce.
    Se encuentra en las superfícies terrestres y en ecosistemas subterráneos. Si es tratada adecuadamente se puede convertir en agua potable.
  • Agua salobre.
    Se sitúa entre el agua dulce y el agua salada. Contiene menos sales disueltas que el agua salada pero más que el agua dulce.
  • Agua destilada.
    Agua que ha pasado por un proceso de destilación mediante purificación o limpieza.
  • Aguas residuales.
    Se consideran aguas residuales aquellas que se han deteriorado, disminuyendo su calidad, por la influencia de los humanos.
  • Agua blanda.
    Agua que está disuelta en una cantidad de sales muy baja.
  • Agua dura.
    Agua que está disuelta en un alto nivel de sales.
  • Agua cruda/bruta.
    Se encuentran en reservas naturales o en fuentes. Son aquellas aguas que no se han tratado de ningún modo.
  • Aguas grises.
    Aguas que provienen del uso doméstico.
  • Aguas negras.
    Aquellas aguas que se han contaminado con deshechos orgánicos humanos (orina y/o heces).

 

¿Cuáles son las funciones del agua para los humanos?

El agua es esencial en todos sus aspectos. Es indispensable para el buen funcionamiento del planeta y también para los seres humanos. Sin agua, no hay vida. Pero, ¿cuáles son exactamente las funciones del agua para los seres humanos?

  • El cerebro necesita estar hidratado para poder cumplir correctamente con sus funciones cognitivas. Una hidratación correcta ayuda a las personas a rendir mejor tanto físico como mentalmente.
  • Regulación de la temperatura corporal.
  • Transporte de los nutrientes necesarios para el cuerpo hasta las células que producen energía. Gracias al agua se produce el transporte y la disolución de los líquidos corporales.
  • Un consumo de agua adecuado ayuda a mantener una piel suave y elástica. Además, mejora el tono y el color.
  • Facilitar la producción de las reacciones de hidrólisis (división de componentes químicos) durante la digestión.
  • Facilitar la eliminación de toxinas y el exceso de nutrientes ingeridos a través de la orina.
  • Ayudar a prevenir infecciones de orina.
  • Ayudar a mantener una tensión arterial adecuada.
  • Un consumo de agua adecuado ayuda a lubricar y amortiguar las articulaciones.