El sexto Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) queda claro, y la verdad es que es ambicioso en toda regla. Quieren que todo el mundo tenga acceso al agua potable en 2030. Esto conllevaría que 7.600 millones de personas disfrutasen de este derecho universal. No obstante, a día de hoy, miles de millones de personas carecen de una buena fuente de agua mejorada, la cual pueda asegurar suministros de calidad y seguros.
Por eso, los países con mayor estrés hídrico, y en vías de desarrollo son los que se ven más afectados por el vulnerable acceso al agua. Por ello, la compañía Almar Water Solutions manda un mensaje lleno de esperanza. La compañía trabaja para abordar todos los retos del aguas, sobretodo en zonas en las que son más susceptibles a ser marginadas, a la hora de disponer de infraestructuras modernas.
Almar Water Solutions, es una compañía especializada en el desarrollo, diseño, la promoción e incluso la financiación u operación de infraestructuras modernas de agua.
Cuentan con un equipo con más de dos décadas de experiencia, y trabajan a diario para traer nuevas soluciones integrales tanto en el mercado industrial, como en el municipal.
Además, se han adjudicado recientemente, dos proyectos en Arabia Saudí y Kenia. Éstas últimas adjudicaciones se encuentran geográficamente hablando, en lugares en los que hay una gran escasez de agua. Primeramente, Kenia, donde unas 19 millones de personas, carecen de acceso al agua potable, y además una gran parte de la población, pasa un tercio del día transportando agua bajo unas condiciones climáticas extremas.
A parte, el 41% de los kenianos, todavía depende de fuentes no mejoradas, por ejemplo, pozos poco profundos, ríos o incluso estanques.
A todo esto, decir que, en la mayor ciudad costera de Kenia, Mombassa, hay una población donde habitan un millón de habitantes, y un 66% de ellos, no dispone de acceso a agua asequible y segura. Sin embargo, aunque estén situados a orillas del Océano Índico, en la actualidad, Mombassa sigue dependiendo en su totalidad, de un suministro de agua, muy poco fiable y por culpa de la crisis del agua, han habido interrupciones en el suministro durante años.
Un buen método para aliviar el estrés hídrico, es la desalación, ya que ofrece una solución eficaz a largo plazo. Alma Water desarrollará en Mombassa, su primera planta desaladora a gran escala en Kenia con una capacidad de 100 m3 de agua potable, que será gestionada durante 25 años bajo un modelo BOT. Dicho proyecto, suministrará agua potable a más de 1 millón de personas, y gracias a eso, se podrá resolver la crisis del agua en Mombassa, generando así centenares de empleos y finalmente, contribuyendo al desarrollo económico del condado.
En segundo lugar, está Arabia Saudí, donde Almar Water Solutions, fue adjudicada a través de Abdul Latif Jameel, para llevar a cabo el desarrollo de la planta desaladora Shuqaiq 3 en la ciudad de Al Shuqaiq, ubicada en la costa del Mar Rojo. Además el proyecto cuenta con una inversión de 600 millones de dólares, y gracias a ello, se va a convertir en una de las mayores plantas desaladoras por ósmosis inversa del mundo, con una capacidad de 450.000 m3 al día, lo cual equivale a 180 piscinas olímpicas. Comenzará a construirse este 2019 y se espera que finalice en 2021.
El 40% de la población árabe vive en escasez absoluta de agua, según el Foro Mundial del Agua. Aunque tan solo albergue el 6% de la población mundial, sobrevive con el 1% de recursos de agua dulce del mundo, y respecto al tema de los suministros de agua, se ven agravados por el uso personal que se le da, que alcanza un consumo diario de 266 litros de agua per cápita (2017), doblando casi, la media de ciudadanos de la UE.
La desalación en Oriente Medio ofrece una solución eficaz con más del 50% de la capacidad mundial, para resolver los problemas del agua en la región. Y por otra parte, combina energías renovables, como la fotovoltaica, la cual permite disponer de una buena fuente sostenible de agua potable, con la que se logra reducir las emisión de CO2.
Por otro lado, otro gran recurso para combatir el estrés hídrico y el cambio climático es la reutilización del agua. Y es que se estima que a nivel mundial un 80% de las aguas residuales de todo el mundo, ni se recogen, ni se tratan. Además, el ecosistema corre un gran peligro al haber aguas sin tratar o aguas contaminadas, lo cual da cabida a la teconología de la reutilización, como el mejor método para el crecimiento de la población, y un consecuente aumento de la demanda.
Así que, gracias a los métodos de reutilización del agua y desalación, por los que apuestan Almar Water Solutions, y a sus dos proyectos situados en Mombassa y Shuqaiq, sus ciudades podrán contar con una nueva fuente de agua no convencional con la que mejorar la calidad de vida notablemente, asegurando agua para todos.