La nueva práctica de servir agua filtrada en los restaurantes se está convirtiendo en un revolucionario sistema para ofrecer de forma gratuita a los clientes agua de una muy alta calidad a un coste muy bajo para los propietarios del negocio. Este “boom”, al que cada vez se suman más restauradores de establecimientos hosteleros, es una práctica además menos contaminante y respetuosa con el medioambiente, puesto que se evita la acumulación de residuos plásticos provenientes de los envases de las aguas embotelladas que se sirven comúnmente.

Al sentarse en la mesa se les ofrece a los clientes una botella de agua del grifo que previamente ha pasado por un proceso de filtrado a través de un sistema de ósmosis, lo que se traduce en una agua sin malos sabores, olores y sin los niveles de cal ni cloro que se registran en los sistemas de agua potable de muchas de las ciudades de nuestro país.

Este servicio ofrece al cliente un agua más limpia, sana y con un mínimo impacto medioambiental, con lo que se reducen significativamente los costes que debe asumir el propietario del establecimiento al adquirir las aguas embotelladas de sus proveedores. Cada vez más restaurantes están innovando en este sentido instalando sus sistemas de depuración del agua a través de los filtros de ósmosis.

Muchos son los países en los que es tradición ofrecer agua al cliente en el sector hostelero de forma gratuita, e incluso está regulado específicamente en algunas ciudades como San Francisco, en donde ya hace varias décadas que ni tan siquiera puede venderse agua embotellada en edificios públicos.

En España, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) destaca que en algunas comunidades autónomas ya se ofrece agua de estas características a los clientes de restaurantes de forma gratuita, como en el caso de Castilla y León o Madrid, donde es habitual ofrecer un vaso de agua a los clientes. En otras comunidades, como Andalucía, se pretende estimular además los hábitos saludables ofreciendo agua gratis y evitar, de esta forma, que se pueda optar por la elección de bebidas azucaradas. En Barcelona, los hosteleros están haciendo hincapié en la iniciativa de ofrecer agua de manera gratuita a sus clientes que previamente haya sido tratada y filtrada con sistemas de ósmosis, o similares, debido al fuerte sabor a cloro del agua de esta ciudad.

Nuestro país ocupa el cuarto lugar en el ránking europeo de países productores de aguas minerales y asimismo es el cuarto en consumo por persona. Según un sondeo, seis de cada diez personas consumen agua embotellada. Sin duda, la alternativa del agua filtrada por ósmosis es una asignatura pendiente para España. Esperamos que con estas iniciativas, cada vez más estos sistemas de filtrado estén más presentes tanto en el ámbito doméstico como en restaurantes y edificios públicos. Todos ganaremos con ello.