En la actualidad, la Ciudad Condal cuenta con diversas entidades que se ocupan de la gestión y el mantenimiento de la red de agua potable de su núcleo urbano, en el cual viven más de un millón seiscientas mil personas. El consistorio saca a concurso, periódicamente, la concesión para empresas de este necesario e importante servicio del cuidado de la red de tuberías destinadas a transportar, hasta cada uno de los hogares, el agua necesaria para el uso particular.
Lógicamente, la calidad del agua, una vez sale de las depuradoras y las estaciones destinadas a su filtrado, purificación y proceso de potabilización, debe recorrer una red de entrelazadas tuberías y conductos que deben estar en óptimas condiciones para que el suministro sea lo más adecuado y cumpla con todas las condiciones necesarias, tanto de sanidad como de seguridad.
La empresa encargada en la actualidad de mantener todo el sistema de transporte del agua se ocupa, principalmente, de ofrecer un servicio al ciudadano que incluye trabajos programados en vías públicas y la conexión de nuevos edificios y construcciones a la red de suministro de agua potable. El servicio, que se desarrolla durante las veinticuatro horas del día y los trescientos sesenta y cinco días del año, está destinado a cubrir las necesidad de más de tres millones de personas distribuidas en veintitrés municipios, entre los que se incluyen la ciudad de Barcelona. Esta contrata se ocupa asimismo del cambio de tuberías, tanto de pequeño como gran tamaño, por lo cual requiere de una tecnología capaz de desarrollar con todas las garantías su cometido.
En el área metropolitana de Barcelona, alrededor del noventa por ciento de los abonados hace un uso doméstico del agua que llega a sus domicilios, consumiendo el sesenta y nueve por ciento del volumen de agua facturada. Del total se atribuye que cerca del veinticinco por ciento está destinado al uso industrial y el seis por ciento a consumos municipales como parques, fuentes y jardines.
Es evidente que la mayor parte del agua que corre por nuestras tuberías acaba siendo utilizada por el consumidor directo en su hogar, por lo que la distribución de la misma debe cumplir con las máximas garantías, evitando cualquier riesgo para la salud pública.
El trabajo conjunto entre el ayuntamiento, las empresas destinadas al mantenimiento y gestión de la red, debe ser óptimo y alcanzar las expectativas para suministrar a todos los ciudadanos un agua de calidad. Sin embargo, existen en el mercado diversas opciones para conseguir que esta agua sea mucho más óptima a todos los niveles para el consumo humano. Uno de estos sistemas es el filtrado por ósmosis inversa, uno de los más probados y con mejores resultados.