Es habitual que en verano bebamos agua fría para soportar el calor que hace. Sin embargo, no es tan habitual conocer los efectos nocivos que produce beber agua excesivamente fría. De hecho, hay veces que pensamos que cuanto más fría esté el agua,  más nos va a hidratar o refrescar, cuando, en realidad, el agua templada nos haría el mismo servicio.

En este artículo hablaremos de los peligros que tiene beber agua excesivamente fría, para que durante el verano no caigas en la tentación del peligro.

 

¿Cuándo es el peor momento para beber agua fría?

El peor momento para beber agua fría es antes y después de ingerir comida. Sin embargo, es recomendable beber agua (de temperatura ambiente o, incluso mejor, caliente) 15 minutos antes y 15 minutos después de comer para facilitar la digestión.

 

¿Cuáles son las consecuencias de beber agua excesivamente fría?

  • Uno de los efectos más comunes es el dolor de cabeza punzante. Esto se produce por un enfriamiento excesivo de los nervios de la columna vertebral que obliga a nuestro cerebro a dar un aviso fisiológico a través de dolores de cabeza o escalofríos. En caso de que sufras de migraña, tienes el doble de posibilidades de tener dolor de cabeza si consumes agua fría.
  • Como hemos comentado anteriormente, uno de los errores más comunes es pensar que el agua muy fría hidrata más, sin embargo, una de las consecuencias nocivas de beber agua fría es la pérdida de energía, cansancio y debilidad.
    En caso de que nuestro cuerpo perciba el consumo de agua excesivamente fría, gastará mucha energía en intentar recuperarse, haciendo que nosotros percibamos esta falta. Este proceso se produce para intentar llegar al equilibrio térmico.
  • Cuando el cuerpo está tratando de recuperar el equilibrio térmico, tarda más en percibir la hidratación que se le está ofreciendo. Es decir, está «ocupado» haciendo otro trabajo y, por lo tanto, tarda más en hidratarse.
  • El órgano de nuestro cuerpo que saldrá más perjudicado si consumimos agua excesivamente fría será nuestro estómago. Inmediatamente tras el consumo, notaremos molestias estomacales y abdominales. Es posible que degenere en cortes digestivos y vómitos. ¿Cuál es el motivo de este efecto? Se produce a partir de contracciones musculares del estómago, generadas por el efecto vasoconstrictor (es decir, reducción de los vasos sanguíneos) que impide hacer la digestión correctamente.
  • Otro efecto muy común y lógico es la generación del dolor de garganta. Cuando se consume agua excesivamente fría, se aniquila la protección natural con la que contamos para que la mucosidad acumulada en la nariz no baje hasta los pulmones.
  • Los efectos que produce en nuestro cuerpo pueden generar sensación de cansancio, falta de concentración, nervios, irritabilidad, etc.