¿Qué es el agua?
Es una sustancia líquida sin olor, sabor ni color. Cubre el 71% de la Tierra. El 96,5% está en los océanos y mares, el 1’74% en glaciares y polares, el 1,72% en depósitos y el restante 0,004% se reparte entre los lagos, la humedad, el vapor, el cuerpo, los ríos, etc. Es uno de los elementos más comunes tanto en el Sistema Solar como en el universo en sí (tanto en forma gaseosa, como el vapor o en su forma sólida, como el hielo).
¿Cuál es la composición del agua?
La composición del agua fue descubierta por el científico Henry Cavendish en el año 1782. Descubrió que el agua está formada por dos elementos químicos: un átomo de oxígeno y dos átomos de hidrógeno. Estos dos elementos están unidos por enlaces covalentes, lo cual anteriormente ha llevado a la confusión de pensar que el agua estaba formada por un solo elemento. Los dos átomos de hidrógeno están ligados al átomo de oxígeno, formando un ángulo de 104.5º. El nombre técnico del agua proviene de la composición de estas dos moléculas: H2O.
La polaridad del agua viene determinada por la distribución de los átomos y el elevado valor de electronegatividad que tiene el oxígeno. Gracias a ello, el agua tiene muy buena conductividad eléctrica y de calor. Además, el agua es un muy buen disolvente. La sustancias que se pueden disolver en agua se llaman hidrófilas. Aquellos elementos que no se disuelven en el agua son apolares (no polares), como por ejemplo la gasolina o el aceite. También tiene mucha adhesividad (por la polaridad de las moléculas), lo que permite que pueda mojar tan fácilmente a objetos y cuerpos.
Características del agua:
- No tiene color.
- No tiene olor.
- Es insípida.
- Tiene muy buena conducticidad eléctrica.
- Repela los campos magnéticos (en su estado puro es llamada diamagnética).
- Alta resistencia en aumentar su superfície gracias a una elevada tensión superficial que ofrece la energía necesaria.
- Contiene un elevado punto tanto de fusión como de ebullición (100ºC). Se debe a que las moléculas de agua interaccionan entre sí mediante puentes de hidrógeno. Esto impide que el agua pase del estado líquido al gaseoso cuando tiene una temperatura menor.
- Alta adhesividad. Es decir, tiene facilidad para atraer moléculas.
- Densidad estable. Sin embargo, cuando baja la temperatura su densidad es diferente a la del estado sólido (a diferencia de la mayoría de líquidos, que no cambian de densidad por cambiar de temperatura). Por ello vemos que cuando introducimos un hielo dentro de un vaso de agua, el hielo flota.