El consumo de agua embotellada ha aumentado a un nivel muy elevado en todo el mundo desde principios del siglo XXI. Según algunos estudios, en 2004 se consumieron en todo el mundo aproximadamente unos 154000 millones de litros de agua embotellada, aumentando un 57% más que otros años anteriores.

Siguiendo una lista numerada de países, Italia es el país que más agua embotellada consumió, con una cantidad de 184 litros de agua por persona, mientras que España se posicionaba en el sexto país del mundo que más agua bebió, sumando 137 litros de agua por persona y año.

Según ANEABE (Asociación Nacional de Empresas de Agua Envasada), en 2011 España pasó a ser el tercer país consumidor europeo por detrás de Italia y Alemania, con un consumo de 107 litros de agua embotellada al año por persona.

Esta bajada del consumo puede estar influida por la crisis económica que se vivía en esos momentos, por lo que muchas familias observaron qué gastos eran prescindibles y lo más probable es que su conclusión fue que tenían que descartar el agua de botella, ya que la del grifo también se puede beber y sale casi gratis.

En este artículo vamos a establecer una serie de argumentos a favor de cada elección.

Agua del grifo:

  • Es casi gratis: En España pagamos aproximadamente menos de 2 euros por cada mil litros de agua suministrados, mientras que en otros países como Holanda o Alemania pagan en torno a 4/5 euros por la misma cantidad. Es cierto que el agua del grifo nos cuesta muy barata en comparación con otros países.

Pero esto tiene una compensación, porque según la AEAS (Asociación Española de Abastecimiento de Agua y Saneamiento) desde los años 80 del siglo pasado no se renuevan algunas de las infraestructuras de transporte y potabilización. Aunque sea barata pero el agua del grifo tiene peligro potencial de estar contaminada.

  • Es más ecológica: El agua del grifo se considera más ecológica principalmente por el ahorro del embotellado, que está hecho con plásticos que provienen del petróleo y suponen un gran coste en reciclaje. También la eliminación de este plástico libera multitud de gases tóxicos para el medio ambiente.

Agua embotellada: 

  • Mayor garantía frente a contaminaciones: El agua del grifo posee numerosos microorganismos y aunque algunos son inofensivos para nosotros, puede existir el riesgo y la probabilidad de sufrir contaminaciones, en el caso de que las infraestructuras de abastecimiento estén mucho tiempo sin cambiarse porque contienen mayor carga microbiana potencialmente nociva. En cambio con el agua embotellada la posibilidad de contaminación es mucho menor.
  • En caso de emergencia:  En España son muy pocos los casos que se producen de catástrofes naturales o terremotos, pero en el caso de que ocurran, las redes de abastecimiento se rompen y el agua se contamina muy rápidamente, por lo tanto siempre tenemos que contar con la opción de disponer de las suficientes reservas de agua embotellada.